10.000 del Soplao, impresionante

Finalmente solo fuimos 2 los que salimos el viernes hacia Cabezón de la Sal para afrontar por fin y después de más de un año rondándome en la cabeza Los 10.000 del Soplao-el infierno cantabro (luego entendí mejor el porque del “apellido” de la carrera).
Ya al llegar se respiraba ese ambiente típico antes de una cita importante, lo primero que hicimos fue quedar con Dani y su novia que llevaban allí desde el jueves e ir a recoger los dorsales a la carpa habilitada para ello, donde estaba todo muy bien organizado. Después de empapelar de propaganda de la Calcenada toda la zona de salida fuimos a tomar unas cañas para disfrutar del ambiente.
Ya al llegar a la posada, en una zona muy bonita con vistas al mar, preparamos todo para el día siguiente (dorsales y chip, comida, bebida, bicis…).
A las 5:50 de la mañana sonó el despertador y bajamos a desayunar, tenían de todo, la verdad es que nos atendieron todo el fin de semana fenomenal.
Ya en la salida nos colocamos bastante delante para no pillar “tapones” de gente en las primeras subidas (aunque las miradas de alguno al meternos por debajo de las cintas no fueron precisamente amigables…). El recorrido es espectacular, personalmente la carrera más bonita en la que he estado, eso sí, sin ninguna duda también la más dura.
Antes de la salida decidimos ir los 3 juntos (Fernando, Dani y yo) lo que con el paso de los kilómetros vimos que había sido una decisión acertada teniendo en cuenta que nuestros ritmos eran muy parecidos. Solo tuvimos 2 pequeños contratiempos en todo el recorrido, un pinchazo de Fernando que solucionamos rápidamente con un bote de liquido y una caída en la primera bajada donde el tío que iba justo delante mio acabo con la clavícula rota (íbamos a casi 50 km/h).
El ganador fue Fran Ventoso (actualmente profesional en carretera), nosotros “sin salir a disputar” como dice Fernando, 8h 37min y puesto 81 (salimos casi 3.000 y llegamos a meta 1.900) los últimos entraron ¡¡pasadas las 12 de la noche!! cuando nosotros ya estábamos en Bilbao y no precisamente bebiendo aquarius, pero eso es otra historia que no voy a contar en el blog…
Espero que al año que viene seamos más los cruzados que tomemos la salida en esta carrera, porque yo ya pienso en volver ¡¡no tenemos remedio!!.